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sábado, 18 de diciembre de 2010

Santa Cristina

San Pablo dice que Dios escoge a los débiles para confundir a los fuertes y obra sus maravillas a través de instrumentos humildes. En efecto, Cristo escogió a doce pobres e iletrados pecadores para la más grande obra de la historia de la humanidad: la predicación del mensaje evangélico que revolucionó el mundo.
El Martirologio Romano conmemora hoy (15 diciembre) entre otros santos a Santa Cristina, virgen, con estas palabras: “En Georgia, más allá del Mar Negro, Santa Cristina, esclava, por la eficacia de sus milagros convirtió a aquellos pueblos a la fe cristiana en el tiempo de Constantino Magno”.
Santa Cristina
Cristina, cuyo nombre primitivo era Nuné, cayo en manos de los enemigos a causa de la invasión de los pueblos bárbaros en la frontera oriental del Imperio Romano y fue vendida como esclava. Con resignación y admirable paciencia, Cristina aceptó su triste suerte con la convicción de que era una manera de cumplir con la voluntad de Dios. Aunque rodeada de elementos paganos y sintiéndose aislada en un medio hostil, permaneció fiel a las prácticas religiosas. En la medida en que aumentaban los peligros y sufrimientos, Cristina crecía en obras de piedad y mortificación.
A los paganos no podía pasar inadvertido el modo de vivir de Cristina, tan diferente al suyo. Por su humildad, modestia y bondad, poco a poco se hizo merecedora de su admiración y respeto. Todo el mundo la conocía como cristiana y pasó a ser llamada con el nombre latino Cristina, por la fe que profesaba con amor y convicción.
En una ocasión, una madre de familia desesperada por la grave enfermedad de su hijo buscó a Cristina para que pidiera la protección de Dios. Esta se arrodilló a los pies de la cama donde estaba el niño y rezó con tal fervor que el pequeño se despertó, comenzó a sonreír y se levantó  completamente restablecido. La fama de este milagro se difundió por toda la región, despertando simpatía a favor de la religión que Cristina profesaba. La muchacha aprovechó esta circunstancia para hablar del Dios de lao cristianos, de Cristo y de la salvación que nos espera.
Poco después sucedió otro milagro en el que Dios se sirvió de esta humilde esclava para proclamar su gloria y abrir los corazones al Evangelio. La reina de aquella nación cayó gravemente enferma. Agotados todos los recursos de la medicina sin conseguir ninguna mejoría, alguien le habló a la reina del Dios de Cristina, que realizaba curas milagrosas a través de las oraciones de su fiel servidora. En un comienzo, Cristina se negó a presentarse delante de la reina alegando su incapacidad, pero finalmente cedió a las insistencias con el propósito de poder ser instrumento de la gloria de Dios.
Las oraciones de la humilde esclava fueron atendidas por Dios y la reina recuperó su salud. Para manifestar su reconocimiento el rey ofreció a Cristina valiosos regalos que ella rechazó terminantemente, atribuyendo todo el mérito a Dios. Hizo una exposición de la doctrina cristiana que llevó a la reina a un sincero deseo de conversión. Por sugerencia de Cristina, el rey mandó emisarios a Constantinopla para pedir al emperador y al patriarca que enviaran misioneros para instruir al pueblo en la fe cristiana.
Cuando llegó un obispo acompañado por algunos sacerdotes a Georgia, encontró a los soberanos y parte del pueblo dispuesto a acoger el mensaje de Cristo y a recibir el bautismo. Fue el inicio de la conversión de la nación entera.
Sucedió así que la escava Nuné, identificada por el ejemplo y por la perseverancia como “cristiana”, se transformó, según los planes de Dios, en instrumento de evangelización para un pueblo que vivía anteriormente en las tinieblas del paganismo.

2 comentarios:

  1. este es mi día tengo algo parecido con ella..ya q nací un 15 de diciembre

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  2. este es mi día tengo algo parecido con ella..ya q nací un 15 de diciembre

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